El Testamento de la Tía Lidia Villiger Klein

En el año 2007 la señora Lidia Villiger Klein, viuda de don Emilio Ruff, encargó al abogado de Traiguén Enrique Stappung la confección de su Testamento. Nunca nadie supo que decía tal documento, pero mientras el propio abogado Stappung reemplazaba al notario titular de Traiguén, a fines de 2007, la notaría es «robada» y este testamento se perdió. Por esta razón, en el año 2008 el abogado Stappung redactó otro Testamento, el de 2008, e hizo que la señora Lidia Villiger lo volviera a firmar.

Pasaron los años y en 2014, la señora Lidia Villiger quizo revisar su testamento y hacerle algunos cambios, ya que una de sus trabajadoras había fallecido y deseaba incluir a otros más.  Así, en una reunión frente a otros familiares se lo pide al abogado Stappung, para que se lo trajera y así poderlo revisar junto a sus personas de confianza, pero esto nunca ocurrió. Pasa el tiempo y el abogado Stappung nunca devuelve el testamento y ya en 2017, la señora Lidia Villiger nuevamente se lo vuelve a solicitar. Como Stappung se negara a entregárselo y pensando que podía estar guardado en la notaría de Traiguén, el 18 de octubre de 2017 -mientras firma una escritura de alzamiento de usufructo- la señora Lidia le pide su testamento al propio notario de la ciudad, don Jusef Hales Hott, quien ante la pregunta le responde: «… que revisaría si lo tenía guardado, pero que ella lo podía cambiar cuantas veces quisiera …»

Luego de buscar en su notaría, el notario de Traiguén le informa que no estaba y que probablemente podía estar, en poder del abogado Enrique Stappung. Así, la señora Lidia Villiger le vuelve a pedir a Stappung su testamento, pero éste nunca lo entrega. Por este motivo y desconfiando ya del abogado, la señora Lidia Villiger solicita que le ayuden a completar un nuevo Testamento, para cambiar algunos legados, incorporar a sus nuevos trabajadores y beneficiar a su iglesia y al hogar de ancianos de Traiguén. De esta forma y un día antes de morir, el 7 de febrero de 2018, en la Clínica Alemana de Temuco la señora Lidia Villiger Klein termina su último testamento, feliz y conforme de haber hecho, su última voluntad.

Días después y luego de ingresar este Testamento a su tramitación, aparecería el abogado Enrique Stappung de Traiguén, solicitando abrir el testamento que había tenido guardado todos esos años y que se había negado a entregar a su dueña, la señora Lidia Villiger Klein.

Al abrirlo fue fácil entender por qué lo había retenido: en su cláusula Décimo Primera (pinchar subrayado para ver el testamento) se dejaba una «remuneración» de 5.500 unidades de fomento, algo así como 150 millones de pesos, pagaderos por adelantado, sin la obligación de rendir cuentas a nadie y en caso de no poder recibirlos él, nombra en su lugar al ahora diputado, Jorge Rathgeb Schifferli.